Así podés hacer que el arrollado de pollo quede jugoso y perfecto para las fiestas

Para que tu arrollado se luzca, hay ciertos aspectos que conviene tener en cuenta. Y si usás condimentos bien seleccionados, podés potenciar cada capa de sabor sin necesidad de sobrecargar la receta.

GeneralHace 2 horas El Eco de Sunchales
Arrollado

El arrollado de pollo es una de esas preparaciones que siempre aparecen en las mesas festivas argentinas. Versátil, rendidor y con ese toque especial que mezcla sabor con practicidad, se volvió un clásico para Navidad y Año Nuevo. Su atractivo está en que se puede preparar con anticipación, servir frío y combinar con múltiples ingredientes sin perder elegancia ni estructura. Claro que lograr que quede bien armado, sabroso y jugoso no es cuestión de suerte.

Para que tu arrollado se luzca, hay ciertos aspectos que conviene tener en cuenta. Y si usás condimentos bien seleccionados, como los de Alicante, podés potenciar cada capa de sabor sin necesidad de sobrecargar la receta.

La base: carne bien preparada

Elección y armado

La clave de un buen arrollado empieza con el pollo. Se suele usar pechuga abierta tipo matambre o una mezcla de carne picada si preferís una textura más compacta. En cualquier caso, es importante que el pollo esté bien desgrasado y limpio de nervaduras.

Si vas a hacer una versión con pechuga abierta, un paso útil es golpearla suavemente para emparejar el grosor y facilitar el enrollado. Eso asegura una cocción pareja y evita que algunas partes queden más secas que otras.

Relleno balanceado y sabroso

Evitar excesos

El relleno es donde cada casa deja su sello. Podés usar vegetales cocidos, huevo duro, aceitunas, morrón, zanahoria, o lo que tengas a mano. La clave está en equilibrar sabores y no pasarse con los ingredientes húmedos. Si el relleno tiene mucha humedad, puede afectar la firmeza del rollo y hacerlo difícil de cortar.

También conviene colocar el relleno dejando un borde libre para facilitar el cierre. Enrollar con cuidado y ayudarse con papel film o papel aluminio es una buena manera de mantener la forma.

Cocción controlada

Al horno o hervido, pero siempre parejo

Hay quienes prefieren cocer el arrollado al horno y quienes eligen hervirlo. Ambas técnicas son válidas, y el resultado puede ser igual de jugoso si se controla bien la temperatura. Si se cocina en exceso, el pollo se seca; si queda crudo, puede ser riesgoso.

Un truco es cocinarlo envuelto bien cerrado, lo que permite que los jugos queden adentro y se genere una cocción pareja. Luego, dejar enfriar antes de cortar ayuda a que mantenga la forma y no se desarme.

Condimentos que elevan el sabor

El toque aromático justo

Para realzar el gusto sin tapar los ingredientes principales, podés sumar una mezcla de hierbas secas como el provenzal. Esta combinación clásica —que incluye ajo y perejil— aporta un aroma sabroso y fresco que se integra muy bien con el pollo.

Una pizca en la carne antes de armar el rollo, o espolvoreada sobre el relleno, alcanza para transformar el resultado final. No necesitás más que eso: la idea es sumar una capa de sabor, no sobrecargar.

Tiempo de descanso y corte correcto

Enfriar antes de servir

Una vez cocido, es importante dejar que el arrollado se enfríe por completo antes de cortarlo. Esto no solo ayuda a que mantenga su forma, sino que también permite que los sabores se asienten.

Para cortarlo de forma prolija, conviene usar un cuchillo bien afilado y hacer cortes firmes y limpios. Si lo preparás el día anterior, mucho mejor: el frío del refrigerador le da una textura más firme y fácil de manejar.

Un favorito con muchos seguidores

El arrollado de pollo tiene ese encanto de las comidas que combinan tradición y versatilidad. No necesita ser complicado para destacarse. Con un armado prolijo, buena cocción y el toque justo de condimentos, se transforma en una opción que todos reconocen y disfrutan.

Y si lo acompañás con condimentos de calidad como los que ofrece Alicante, que se adaptan a múltiples preparaciones, el sabor final gana en profundidad y equilibrio. Es una manera simple de sumar carácter sin salirte de lo clásico. En las fiestas, esos detalles hacen la diferencia.

Te puede interesar
Lo más visto