Se van a cumplir 42 años de la proeza del Teniente de Navío (RE) Owen Guillermo Crippa en la guerra de Malvinas. El 21 de mayo de 1982, el Aermacchi MB 339 (4-A-115) piloteado por el aviador naval oriundo de la localidad de Sarmiento despega desde el aeropuerto de Puerto Argentino (Islas Malvinas). En el Estrecho de San Carlos dispara sus cohetes a la fragata HMS Argonaut, escapa a través de los buques de guerra británicos con un vuelo rasante y finalmente registra las posiciones de la flota enemiga con la exactitud que le permiten las circunstancias.

A más de cuatro décadas, Crippa confiesa que "hemos ganado espacios pero tenemos muchas piedras en las ruedas. Después del conflicto, no solo se atacó la cuestión Malvinas sino que atacó al país con la destrucción de las instituciones, empezando por las militares pero continuando con otras. Se destruyó la educación, la cultura, principios básicos de la sociedad como el respeto".

En la entrevista que mantuvo con El Eco de Sunchales, Crippa pone énfasis que "los argentinos tenemos que dejar de ser habitantes para transformarnos en ciudadanos. Tenemos que estar comprometidos con el rol que nos toca cumplir pero también debemos acostumbrarnos a golpear las puertas a nuestros representantes políticos".

"La causa Malvinas es una cuestión nacional porque afecta la soberanía de nuestro territorio que está siendo usurpado. Obviamente no podemos hablar de guerra para recuperarlas pero tampoco tenemos que olvidar la causa y tenemos herramientas para presionar por el contexto geopolítico ya que Malvinas es un enclave estratégico por su conexión con los océanos Atlántico y Sur, y su cercanía con la Antártida, uno de los reservorios más grandes de agua dulce y minerales del mundo" explica el Teniente de Navío (RE).