Con la doble nacionalidad argentina - italiana, Alfredo Berca se propuso conocer Europa tentado por un amigo. Y el destino hizo que terminara recalando en el último destino a visitar cuando ya esta diluyéndose su travesía por el viejo continente. La cosmopolita Barcelona lo fascinó y le brindó las posibilidades de residir en los últimos años, trabajando en varias empresas relacionadas con el diseño gráfico, cumpliendo diferentes funciones que en algunos casos "los españoles no quieren hacer".

El sunchalense confiesa que Barcelona es un poco su lugar en el mundo, adaptándose rápidamente a la impronta de una ciudad que contiene casi 6 millones de habitantes pero que no posee la impronta vertiginosa y caótica de las grandes urbes, a pesar de ser la segunda más poblada de España, luego de Madrid. "Barcelona te enamora y la puedo disfrutar" expresa.

Alfredo cuenta que esa calma no se quebró con la pandemia de coronavirus, y si bien debieron cumplir un aislamiento social muy tardío cuando ya la pandemia empezaba a cobrarse muchas víctimas, transformándose en el cuarto país a nivel global con más víctimas fatales infectadas por Covid-19. Actualmente su trabajo es remoto desde su vivienda y sólo concurren a la empresa si es necesario.

También explicó que la salud pública española brinda una gran confianza porque tiene una muy buena infrestructura y los extranjeros que se encuentren en el país tienen derecho a la asistencia sanitaria.

Hijo de Juan Berca y Gabriela Tosello, los planes de Alfredo, por ahora, es seguir gozando de una metrópoli que posee una mezcla perfecta de modernidad e historia, cayendo rendido a sus pies apenas la conoció.

Alfredo con su madre Gabriela Tosello en el Arco de Triunfo de la capital catalana.

En el Snowpark El Tarter de Andorra, diseñado para practicar el deporte más extremo.