Los mandatarios quieren tomar distancia de la puja entre el gobernador Omar Perotti y su antecesor, Miguel Lifschitz. Una movida política que también sacude a la coalición que, desde el 11 de diciembre pasado, transita la vereda de la oposición.

Tras asistir a la presentación de la Tarjeta Alimentar en Rosario, acto del que participaron el ministro de Desarrollo Social de la Nación, Daniel Arroyo, y Perotti, el intendente Pablo Javkin recibió el martes en el Palacio de los Leones a sus pares Emilio Jatón (Santa Fe) y Alberto Ricci (Villa Gobernador Gálvez), ambos integrantes del Frente Progresista (FPCyS).

Lo propio ocurrió con varios radicales, entre ellos Dionisio Scarpin (titular del foro que los engloba), y Leonel Chiarella (Venado Tuerto), Daniela Qüesta (Santo Tomé), Mario Migno (San Javier) y Horacio Rigo (San Cristóbal). En total, asistieron 17 intendentes.

Tras los cruces registrados durante los seis meses de transición santafesina, el cambio de mando no contribuyó a mejorar la relación entre autoridades provinciales entrantes y salientes. Y todo empeoró con las diferencias en torno al supuesto peso de la herencia frentista (incluido el presupuesto 2020) y, más cerca en el tiempo, respecto de otras problemáticas como la inseguridad.

Detonante 

Sin embargo, la mayor tensión fue provocada por el rechazo de la oposición, con mayoría en la Cámara de Diputados de Santa Fe, al proyecto de ley de emergencias fogoneado por Perotti para poder disponer de recursos que garanticen el cumplimiento de programas sociales y alimentarios, prioricen el funcionamiento del sistema de salud y brinden mayor seguridad.

En ese contexto, los intendentes frentistas y radicales aspiran a fijar una agenda que, tras la decisión de la Casa Gris de insistir en extraordinarias con la emergencia (ahora vía proyectos individuales), acerque posiciones con los legisladores con el objetivo de obtener herramientas que permitan oxigenar las debilitadas arcas municipales.

"La idea es construir un liderazgo frentista a partir de los intendentes. Ellos también se ven afectados, y mucho, por cualquier decisión que tomen los legisladores", deslizó a La Capital uno de los referentes del sector.

En esa línea, completó: "Hablamos de un liderazgo que permita que todo tema a discutir en la Legislatura cuente con la opinión de los intendentes. En ese marco, se destaca la figura de Pablo. Todos los municipios y comunas tienen complicaciones por la crisis, incluso Rosario".

Señales 

Una semana atrás, Javkin se había desmarcado de la puja entre Perotti y Lifschitz. "Creo en otra cosa. Las soluciones nacen cuando uno acuerda los temas y, en situaciones complicadas, hay que lograr más consenso", aseveró a este diario.

Pero el líder de Creo, fuerza anotada en el Frente Progresista, fue más allá. "El problema es cuando discutimos títulos, posicionamientos. Nadie puede poner en duda que necesitamos herramientas para contrarrestar situaciones de emergencia", subrayó el jefe del Palacio de los Leones.

De hecho, en la sesión de la Cámara baja del 30 de diciembre, cuando la oposición celebró el rechazo a la emergencia solicitada por la administración de Perotti, Ariel Bermúdez (Creo) fue uno de los diputados que propuso la remisión del proyecto a comisiones.

Paralelamente, y en sintonía con la posición esgrimida por Javkin, la presidenta del Concejo Municipal de Rosario, María Eugenia Schmuck, afirmó que la emergencia "es, en la actualidad, una herramienta interesante para cualquier nivel de gobierno".

"Si vas a discutir para que el gobernador gestione herramientas que posibiliten paliar la crisis, hay que hacer lo propio para que los intendentes también tengan esa chance", concluyó —por lo bajo— uno de los partícipes del cónclave, que el martes continuará en la ciudad de Santa Fe y, probablemente, incluya contactos con el Ejecutivo provincial y legisladores.